Un hombre del sur

Soy Alejandro Hidalgo, un atractivo hombre del sur, tan del sur tan del sur, que no se puede ir mucho más abajo sin traje de baño, escafandra y aletas: del mismo Cádiz.

Por circunstancias de la vida que no se pueden achacar a una chica asturiana, llevo un tiempo residiendo en Gijón (Asturias). Y no se puede decir que la culpa fue de una asturiana, porque la chica detrás de la que vine era y es polaca. De la misma Polonia.

La excusa oficial fue que venía a estudiar arte dramático, que no se trata de estudiar cuadros de gente llorando, como dice un primo mío, sino de prepararse para ser actor. Pero otra vez por circunstancias de la vida la excusa oficial se convirtió también en oficiosa y viceversa. Vamos, que me quedé compuesto y sin polaca, pero rodeado de estos paisajes y estos paisanajes asturianos tan distintos a los de Cádiz.

Pensaba yo que fuera de Galicia, Cataluña y País Vasco todo era igual que Cádiz. Y no, Asturias y los asturianos se parecen a Cádiz y los gaditanos lo mismo que un acordeón a una bicicleta. Pero lejos de molestarme o de hacerme sentir incómodo, esta diferenciación me ha motivado para marcarme un reto: convertirme en todo un asturiano, qué digo asturiano, un superasturiano, el asturiano del año, el non plus astur.

Ser asturiano es fácil si eres de Asturias. Pero como yo soy de Cádiz necesito un método y voy a aplicar las técnicas del Actor Studio, igual que hacen algunos actores cuando tenemos que interpretar un personaje del que no tenemos ni idea, y que consiste en vivir una experiencia tan intensa que te permita interiorizar en un tiempo limitado la misma personalidad que ha desarrollado el personaje en toda su vida.

No puedo retroceder en mi vida y nacer asturiano, por lo que tengo que aplicarme un concentrado de asturianía, algo que en pocos meses me ponga al día como ellos. Algo radical, algo drástico.

Ese es mi reto y esto es Asturianízame, el blog en el que lo cuento a quién lo quiera escuchar.

Tengo un amigo que es programador de un festival de documentales, lo que me ha dado la idea de completar el blog con vídeos. Para ello me acompañarán de vez en cuando un par de oriundos astures (Ata y Raul), pero cuando hagan la función de camarógrafos tienen prohibido terminantemente intervenir, interferir o interactuar en la acción, así como opinar, sugerir o alertarme de cualquier cosa relativa al objetivo del blog.

También me han echado una mano con el tema de las redes sociales y dicen que me seguirán ayudando a mantenerlas vivas. Si cumplen, llegado el momento quizá les presente a ellos también.